domingo, 22 de diciembre de 2013

"HUEVOS MICROONDEADOS"

Esto no es una receta de cocina, es una idea que surgió... De esas que nunca sé cómo aparecen. No me gusta decir que las invento, porque ya casi todo está inventado. Lo que sí puedo decir es que nunca había visto esto en ningún sitio, de la forma que surgió de ese "cajón revuelto" sostenido por mi cuello. Vi alguna vez en algún sitio,  que los huevos se pueden cocer con formas en moldes, pero a decir verdad nunca me informé bien de esto, es más, ahora que lo escribo, cuando acabe de dejar por aquí "mi secreto", me pondré a investigar por la red a ver qué se dice...

Pues bien, mis huevos preciosos...

¿Cansada de hacer los famosos huevos duros rellenos  cortados por la mitad a la manera tradicional?

Llegan los huevos duros al minuto de cocción en el microondas, con la forma que tú quieras (o puedas lograr) !!!

Decorativos, con el sabor de siempre pero con ese toque que sólo tú les podrás dar. Una cenita rápida y necesitas agregar algo más? No te olvides de los huevos que tienes en tu nevera!! Hazlos de una forma nueva y sorprende a tus invitados !!!




PASO A PASO

     


 Aceita levemente un vasito de alrededor de 5 cm de altura y rompe el huevo en él. Le echas sal. Lo pones en el plato del microondas y lo tapas con un bol de vidrio. Cuidado !!! El huevo hará explosiones y si no lo tapas bien, harás un desastre en tu micro. Puedes hacer más de un huevo a la vez en distintos vasitos. Lo cueces a temperatura máxima durante un minuto, escucharás una explosión del huevo, NO TE ASUSTES. Mira si está cocinado como un huevo duro normal y si no es así, lo tapas nuevamente y lo dejas medio minuto más. Ve probando.


Cuando lo veas listo, lo desmoldas en un plato como si fuera un flan. Se supone que si has aceitado el vaso, tiene que caer sin dificultad en el plato, pero si te olvidas de aceitarlo, con que pases un cuchillo suavemente alrededor, bastará. Sé muy suave con los huevitos para que queden lo más perfectos posible. Luego se me ocurrió cortar la superficie para ver cómo quedaba y decidí quitar la yema (amarilla). Tú puedes usar el huevo para lo que te apetezca, hueco y relleno con alguna pasta, cortado en rodajas, entero ...lo dejo libre a tu imaginación y así lo podrás usar para decorar o hacer lo que desees.




¿QUÉ DECIDÍ HACER CON MIS HUEVOS?



 Abrí latas de atún (quité el aceite) y lo mezcle con una cucharadita de mayonesa y le agregué las yemas de los huevos. Formé una pasta y rellené los huevos. Dejé algunas yemas enteras que luego corté en rodajas para decorar. Te dejo las fotos que valen más que la explicación.


La cucharilla que usé para formar bolitas con el relleno es la misma que utilizamos para formar bolas de melón o sandía.



 Espero que hagas tu propia experiencia y me cuentes qué se te ha ocurrido hacer con estos "HUEVOS MICROONDEADOS"



Pues he investigado en internet y hay fotos de huevos con formas insólitas, pero todos hechos a la manera tradicional, sobre la plancha, en moldes de silicona, etc. Pero fáciles y en el micro como estos.... NADA !!!



Besos navideños, 

                                                                          






                                                           
  





domingo, 3 de noviembre de 2013

AL HERVIR VERDURAS...


AL HERVIR PASTAS...













PASTEL DE PATATAS

Tradicional de mami y de la abuela. Durante más de treinta años lo llamé "pastel de papas". Hoy, debo hacer su traducción para mis hijas, amigas/os, visitantes amigas/os, y demás. Es fácil, súper fácil, sino no lo haría... (ya sabéis cómo soy). Básicamente es preparar un puré de patatas normal en cantidad suficiente como para cubrir la base de una fuente de vidrio (o aluminio) para horno, en una capa fina de un centímetro más o menos, agregar un sofrito de carne picada y verduras y taparlo con otro centímetro de puré de patatas.

Queda así:


Y AHORA OS CUENTO CÓMO LO PREPARO (pidiendo disculpas a mi madre por las variaciones que pudiesen haber surgido a lo largo del tiempo).

INGREDIENTES: patatas, cantidad necesaria (aproximadamente 1 kilo), sal, pimienta, nuez moscada, mantequilla o margarina (una cucharada), leche (media taza o menos), aceite (el que uses habitualmente), carne picada (ternera, cerdo, la que prefieras)750- 800 grs., cebollas 1, zanahorias 1, ajo 1, pimiento rojo 1 trozo, olivas verdes sin hueso 100 grs., huevos duros 2 ó 3, puré de tomate triturado (un chorrito), vino blanco (un chorrito), comino, perejil (un poquito), pimentón dulce.


Primer paso: Pelar, lavar y hervir patatas.

 La cantidad depende del recipiente que vayas a usar para ponerlo. Con 1 kilo alcanza  para forrar un molde rectangular de 22 cm por 30 cm aproximadamente. Hervirlas cubiertas de agua, en una olla con tapa ( tengo un truco para ahorrar combustible al hervir que después os contaré). Si cortáis las patatas en cuadrados no demasiado pequeños ni demasiado grandes, se cocerán  más rápido. Mientras se cuecen las patatas preparo el relleno.

Segundo paso: Preparar el Relleno.

Pico bien picadas las verduras (cebolla, ajo, pimiento rojo, zanahoria). Recuerda el truco para que la cebolla y el ajo no te causen malestar, quitar el corazón !!. 
Aceito levemente una sartén para sofreir estas verduras y le agrego la carne triturada. Mientras cocino todo esto, revuelvo con cuchara especial para antiadherentes (o de madera), condimento con sal, pimienta, una pizca de comino, pimentón dulce, perejil (uso deshidratado, pero tú, el que prefieras), cuando veo que se va acabando el jugo (zumo) que se desprende de la carne, rocío con un chorro de vino blanco y sigo cociendo, hasta que se evapora y el relleno vuelve a quedar seco. Ahora rocío con puré de tomate frito (o salsa de tomate,  o hiervo un tomate y lo trituro) pero poca cantidad, vale?, sólo para darle un toque. Es MUY IMPORTANTE QUE PRUEBES siempre lo que cocinas para rectificar el sabor y ver qué le falta a tu comida, este es el momento. Como opción (fundamental en casa), agregar mientras cocino, un puñado de pasas de uva sin semilla y las olivas levemente picadas.Listo el relleno.

LOS HUEVOSSSSS !!!! NO HAGAS COMO YO QUE SIEMPRE ME OLVIDO DE PONER A HERVIR LOS HUEVOS HASTA QUE QUEDEN DUROS.


Tercer paso: Preparar un buen puré de patatas.

Cuando las patatas están blanditas, las cuelo y trabajo con el prensapatatas (o tenedor, pero es más difícil), no uso el turnmix pues quiero que el puré tenga buena consistencia, si te queda muy blando, después te costará servir las porciones en los platos. Condimento con sal, pimienta y nuez moscada (una pizca basta, es muy fuerte). Agrego mantequilla (uso siempre margarina, me va mejor), un poco de aceite, mezclo con tenedor y PRUEBO hasta que le siento buen sabor (seguramente tendrás que agregar sal poco a poco). Si te parece que el puré está demasiado duro, puedes agregarle un poquito de leche y seguir mezclando. 


Cuarto paso: Superponer en capas.

Enmanteco el molde (recuerda que si es de silicona no se enmanteca) o le rocío aceite, importante para que nada se pegue.
Unto el molde con una capa de puré de 1 cm de espesor aproximadamente, cubro esta base con el relleno, rocío con los huevos duros picados y tapo con el puré restante. Si te apetece, puedes rociar la superficie del pastel con queso rallado y disponer encima trocitos de mantequilla, lo llevas al horno a temperatura moderada, hasta que se dore la superficie y a comerrrrr !!!










                                                                                                    




domingo, 13 de octubre de 2013

"VERDURAS CANARIAS"

Siempre estoy inventando o me creo que lo he inventado, no sé. Lo cierto es que no miro recetas de otros blogs muy a menudo a menos que quiera hacer algo que haga mucho tiempo que no cocino y necesite refrescar la memoria. Lo que sí admito una y otra vez es que soy muy perezosa para cocinar y busco lo rápido, un poco por falta de tiempo, un poco porque los gustos de mis hijas no coinciden con los míos y ya no puedo obligarlas a comer lo que no les apetece. Pues entonces, cuando como hoy me quedo sola porque se han ido a pasear con sus amigas y amigos, aprovecho y me hago algo distinto, original, busco un sabor nuevo y esto es lo que salió con lo que tenía en casa...




Y lo que tenía en casa era, una bolsa de congelado de menestra de verduras ( que contiene judías redondas, guisantes, zanahorias, coles de Bruselas, alcachofas y habas), cebollas, pimientos y plátanos canarios.





Lo hice sólo para mi, así que pelé una cebolla pequeña (le quité el corazón "para no llorar"), la lavé y corté finamente. Hice lo mismo con el pimiento verde (y le quité las semillas). Rehogué en una cucharada de aceite de oliva ( en una sartén ) y agregué cierta cantidad de menestra congelada (el método de descongelación puede ser el que te quede más cómodo) y un plátano en rodajitas, rocié con vino blanco y esperé a que el vino se evaporara (con la sartén destapada), y agregué otra cucharada de aceite de oliva, sal, pimienta,  un poquito de canela y una cucharadita de azúcar. Seguí cocinando dentro de la misma sartén hasta que todo quedó blandito y listo. Para mi que me encanta la mezcla de dulce con salado, estaba delicioso! (Si quieres puedes acompañar las verduras con la carne que te parezca).

Las bauticé "CANARIAS" por el Señor plátano canario.


Abrir la mente y permitir que nuestro paladar deguste combinaciones diferentes es rico y sorprendente.


ANÍMATE Y  HAZ LA PRUEBA !!!


                                                                                   






lunes, 26 de agosto de 2013

LOS ÑOQUIS DEL 29

Mi abuela materna, Delmira Susana (abuela "Chana") era hija de inmigrantes y tuvo siete hermanos. De padre milanés (italiano) y madre vasca francesa,  la abuela Chana tuvo una herencia de cocina algo variopinta ... Parte de su legado me ha llegado a través de mi madre y parte, directamente de sus manos siempre en movimiento, tan en movimiento como su siempre curiosa mente hasta el final de su vida. Uno de mis platos favoritos, es hoy, uno de pasta elaborada con patatas, < que en Argentina traducimos como ñoquis > que tiene una leyenda que siempre me ha parecido encantadora.

Os contaré la versión que me llegó a mi y que tal vez, porque me la contaron alguna vez de pequeña, he modificado, o lo ha hecho mi madre o no sé bien quien fue de mi familia que la cambió y sin embargo quedó encantadora y después, os dejaré un link, para que podáis leer la verdadera leyenda o al menos la que he encontrado en Internet, en diferentes páginas contada de igual modo, por lo cual, supongo que será así y sino, que algún/a  italiano/a, me deje escrita su versión que seguro será la verdadera.


LA LEYENDA DE LOS ÑOQUIS DEL 29, VERSIÓN "HERENCIA DE AMOR".

Un sacerdote franciscano, que peregrinaba hacia Santiago de Compostela,  cansado, con su ropa harapienta y sucia, hambriento hasta no dar más, llamó a la puerta de una humilde casita de madera situada detrás de un pinar en  medio de la campiña italiana, la única que pudo avistar tras  horas y horas de incesante marcha. Fue acogido por la pobre familia que no tardó en prepararle algo de comer con lo poco que tenían en su hogar, unas pocas  patatas, un poco de harina, un huevo, agua  y gotas de aceite de oliva. La mujer coció las  patatas, le agregó la harina y el huevo, mezcló todo y formó unas pequeñas pelotillas que coció en un gran cazo con agua. Mientras su marido conversaba con el pobre hombre hambriento, los niños dispusieron los platos blancos en la vieja mesa de pino. En total eran siete los que se sentaron ese día a comer. El hombre inmensamente agradecido por la hospitalidad de la familia, dejó a escondidas del ama de la casa, una moneda de oro debajo de su plato, en el momento en que entre todos recogían los platos. Se despidió y se marchó. Más tarde, la madre encontró para su sorpresa y la de toda su amada familia, la valiosa moneda de oro bajo su plato, que había quedado en la mesa, aún sin recoger. Nunca más vieron a aquel pobre hombre para agradecerle el regalo recibido ni tampoco supieron nada de su verdadera identidad. En recuerdo de aquel bonito momento en compañía del "pobre hombre", cada día 29 de cada año de sus vidas, la familia se reunió a lo largo de generaciones para compartir la misma humilde comida. 


AHORA, LA QUE CREO VERDADERA, ENCONTRADA POR INTERNET (aunque para mi seguirá siendo " la verdadera", la que me transmitieron mi abuela y mi madre, con  todo amor)


http://buscomisrespuestas.blogspot.com.es/2007/11/leyenda-y-tradicion-de-los-oquis-del-29.html



MANOS A LA OBRA !!! 

Os diré que esta receta parece complicada al transmitirla, pero súmamente fácil cuando se le pilla el truquillo.

INGREDIENTES para 4 porciones (ó 6, según como sirvas los platos)

Para el puré de patatas: Medio kilo de patatas, sal, pimienta y nuez moscada, una cucharada de margarina, un poco de leche. Un kilo de harina (me quedan mejor con la de repostería), un huevo.


Para la salsa: Medio kilo de carne picada, una cebolla, un trozo de pimiento rojo, 2 ó 3 zanahorias, un brick de tomate triturado, aceite de oliva para freir, un caldito knorr y los condimentos habituales (sal, pimienta, pimentón dulce, orégano, ajo, perejil, albahaca, hojas de laurel).

PROCEDIMIENTO:

Pelo, lavo y corto en rodajas o cuadrados no demasiado grandes las patatas y las pongo a hervir en una olla cubiertas de agua (recuerda siempre que los ingredientes se cocinan más rápido si se cortan más pequeños). Tapo la olla para que se cocine en menos tiempo. Cuando están blandas, las piso con el prensa patatas (o con tenedor, pero es más difícil). Agrego la cucharada de margarina, revuelvo y si veo que queda muy espeso, duro, le doy más suavidad al puré con un chorro de leche. Condimento con sal, pimienta y nuez moscada (poquita cantidad). Paso el puré a un bol de loza o plástico y lo dejo enfriar unos 10, 15 minutos en la nevera.



Mientras, preparo la salsa.
Pelo y lavo todas las verduras, las pico bastante pequeñas. Llevo a rehogar en una cucharada de aceite de oliva y cuando las cebollas comienzan a dorarse, agrego la carne picada. Revuelvo y sigo cocinando. Cuando la carne está lista, agrego el brick de tomate triturado, una taza de agua ("del tiempo", natural) y sigo cocinando. Agrego un caldito knorr (de verduras, pollo o carne) y los condimentos antes mencionados, de vez en cuando revuelvo. Pruebo, siempre pruebo para rectificar los condimentos hasta que me parece que queda bueno.


Busco el puré que tenía en la nevera y ya mismo pongo a hervir  una olla grande con agua hasta tres dedos (acostados !!!) del borde, con un chorrito de aceite y un poco de sal (como para cocer cualquier pasta).

Al puré le agrego un huevo y revuelvo bien. Luego, poco a poco voy añadiendo harina, mezclando hasta formar una pasta que no se pegue en los dedos, si te parece que la cantidad de pasta es poca, puedes agregar un poco de agua, poca... y más harina. Recuerda que no se debe pegar en los dedos ni debe quedar muy dura.






Cuando la pasta está lista, tomo trozos y formo churritos de dos centímetros de diámetro que voy cortando en trocitos de 1,50 cm aproximadamente y paso por un tenedor que apoyo sobre harina siempre, para que los trocitos queden acanalados. Decía mi abuela que de esta manera se impregnan mejor de  salsa ( "tuco" decía ella, no sé italiano y no sé si está bien escrito, sorry).










A medida que voy haciendo una buena cantidad, los echo dentro del agua hirviendo. Primero se van al fondo y cuando comienzan a subir a la superficie, los quito con una espumadera, los paso a un bol y los rocío con aceite. Así hasta que acabo con toda la pasta.

Finalmente los sirvo en los platos, cubro con salsa y echo queso parmesano a gusto (o cualquiera rallado de bolsita o para rallar. Si te apetece puedes rociarlos con queso de gratinar y lo dejas unos minutos en el micro) 

                                  Sin palabrasssssssss.




                                                                                         








sábado, 24 de agosto de 2013

Mi primera "entrada"

                                                                                                                           

Comencemos por el principio... Es decir, desde hoy 15 de abril de 2013.

 Soy madre soltera (así se dice después de un divorcio de un  matrimonio de 17 años de larga duración), maestra argentina de alma y educadora por adopción (he sido "adoptada" de este modo por el Consell de Educació de Islas Baleares, a pesar de haber trabajado durante casi veinte años como docente de escuelas primarias en mi país...). Me encanta leer, escribir de vez en cuando, ver cine del bueno, poca televisión y escuchar música "acariciante" siempre que mis hijas adolescentes me den un recreo de su música " indie y pop". Mis padres han quedado en Argentina y por supuesto, tengo el corazón dividido entre mis hijas y ellos, el deseo inmenso de reencontrarme con ellos y el deber de mantener la vida de mis hijas, donde se han criado, en Mallorca.

He decidido hacer este blog para ellas, porque las veo experimentar en la cocina, buscar recetas en Internet, hacerme preguntas con respecto a lo que hago o evadirse con indiferencia mientras esperan que algo bueno salga del "laboratorio". Más de una vez, mamá, o sea quien escribe, intenta emular a la abuela Susy o a la bisabuela Chanita, sin el éxito debido y aquellas delicias preparadas con manos experimentadas, no le saben igual y aunque las chicas le digan que "están super buenas"... sabemos que la cosa no es así. Por todo esto, deseo que la herencia transmitida de generación en generación, trascienda en el tiempo y tal vez, ellas sean quienes logren recuperar los sabores y olores de antaño. Sé, por propia experiencia, que más de una vez quiero revivir las sensaciones provocadas por aquellos platos, entonces recurro a mi libro de recetas, aquel en el que copié los secretos que la abuela le transmitió a mamá, aquel que contiene tardes de mate con las tartas de mi amiga Isa o meriendas en casa de la abuelita Abue y su mermelada de naranjas.

 Los cuadernos de recetas de cocina, son parte de nuestra vida y quiero dejarles a mis hijas, mis recuerdos culinarios en este blog, porque el cuaderno tiene ya sus hojas manchadas de aceite, con viejos pegotes de harina y cierto olor a humedad que quita las ganas de abrirlo y porque, ellas, son las reinas del ordenador y siempre van a recurrir antes al blog que al viejo y manchado cuaderno de mamá.

 Éste es mi legado en vida, con parte del sabor de mi vida para ellas, mis amadas.


" ELLAS"

Ella, la primera, la que vino sin pedir permiso. La que irrumpió en mi vida sedienta de mi ser. La que se aferraba a mí quitándome el sueño a cada requerimiento… La que vivió tormentas sin pedirlas, la que escuchó los truenos sin desearlo, la obligada. 

Ella, la que me dio su sonrisa, por la que me desviví para que fuera siempre la rosa… Ella, la que se quedaba complaciente esperando, observando cada paso, como pidiendo permiso, con esa timidez, con esa candidez, con esa delicadeza … 

Ella, como jazmín de mi jardín, etérea. Como mariposa dispuesta a posarse en cada flor, dispuesta a dejarse llevar por la brisa… Como hoja al viento, como gota de agua en lluvia de primavera… 

Ella, la que no demanda, la que hace y deshace a su antojo, la que derriba sola puertas y paredes, la que decide, la que atropella olvidando todo lo que hay a su alrededor, la que desgarra, la que habla con palabras que desarman senderos. La que remueve las malezas para hacerse camino, la que batalla, la que guerrea, la que se forja en la selva de la vida a expensas del peligro, sin miedo, en soledad… 

Ella, la que navegó por los océanos de la calma, la que sintió la seguridad de unos maderos que flotaban por la suavidad de ese mar en reposo. Ella, la que se hizo a la luz en un atardecer estival, la que exigía ante cada necesidad, la que reía, la cautivante… 

Ella, la que experimentaba, la que disfrutaba y gozaba de cada instante… La cruel déspota que dominaba al mundo con su sonrisa o con su llanto. Ella, en su inquietud permanente, en esa necesidad íntima de caminar siempre por la cuerda floja, pero pidiendo a gritos que la sostengan… Ella, el torbellino, la que me gira en cada abrazo, la que me besa, me acaricia, la que me da su calor constante, mi compañera. 

Ella, que se va y regresa a cada instante. Que elige el vuelo y la distancia, que se limita, que pide a gritos la suavidad del nido. Que no entiende de caídas, que sufre antes del sufrimiento, que teme antes del temor… 

Ellas, tan distintas, tan amadas. Ellas, que no pueden entender que el amor es compartir, es convivir, es discernir, deliberar para luego, acordar… Ellas, capaces de chocar cual planetas desafortunados, ante la mirada atónita y agonizante de una estrella que intenta iluminarlas… 

Ellas, que agreden, que se imponen entre sí, que discuten por la primacía, que reprochan el amor. Capaces de destruir los cristales en pos de lo que cada una desea y determina. Ellas, intentando despegar hacia un cielo cambiante, hacia un cielo que no sólo las acogerá entre nubes de algodón. 

Tan sólo ellas, que no entienden que en este enfrentamiento de flechas sin dirección, una paloma que no ven, es clavada en cada parte de su cuerpo y se desangra. Ellas que no notan al duende que las protege, continúan en una guerra sin sentido que sólo Dios sabe cuando acabará. 

Ellas, mis amadas…


                                                            








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